El candidato mexicano para presidir el Fondo Monetario Internacional (FMI), Agustín Carstens, llegó a Brasil, en la tercera etapa del viaje mundial con el que busca apoyos para sustituir a Dominique Strauss-Kahn, quien renunció al cargo tras ser acusado de intento de violación.
Aunque el gobierno brasileño alabó la iniciativa mexicana como "un paso adelante" para las economías emergentes no llegó a ofrecerle su apoyo, asegurando que necesita tiempo para analizar opciones.
"Las economías emergentes están subrepresentadas en el liderazgo del FMI, especialmente los países latinoamericanos", dijo el ministro de Economía brasileño, Guido Mantega, en una rueda de prensa conjunta con Carstens.
El 30 de junio el FMI deberá elegir a su nuevo jefe, cargo para el que la favorita es la francesa Christine Lagarde, quien la semana pasada visitó Brasil en su gira para mantener la tradición de que sea un europeo el que presida el organismo.
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