Es probable que el nombre de Gina Rinehart no le diga nada todavía, pero pronto podría hacerlo: algunas proyecciones indican que va camino a convertirse en la persona más rica del mundo.
Magnate de la minería, la revista Forbes atribuye actualmente a Rinehart una fortuna de US$9.000 millones, todavía muy lejos de la proyección que hacen para el mexicano Carlos Slim, US$74.000 millones.
Pero según un informe del grupo financiero Citigroup, va camino de adelantar a Slim gracias a los altos precios de los minerales, el imparable crecimiento de las exportaciones a China y tres emprendimientos mineros que la compañía tiene en marcha. Más aún, es la dueña de la totalidad de su empresa, y no tiene que compartir sus ganancias con accionistas.
En Australia, su país natal, comienzan a oírse voces que de hecho la sitúan en lo alto de la lista. Según James Thomson, del sitio sobre negocios australiano Smart Company, el cálculo de US$9.000 millones de Forbes "tiene más que ver con una estimación muy conservadora de las operaciones mineras de Rinehart".
Y es que las proyecciones locales apuntan a que, con algo de suerte, pronto su fortuna estará en los US$100.000 millones. Eso la convertiría en la primera mujer en ser la persona más rica del mundo.
¿US$100.000 millones?
Citigroup analizó 400 proyectos mineros que pronto estarán en marcha. Hancock Prospecting, la empresa que Rinehart heredó de su padre, está en quinta posición tras BHP Billiton, Rio Tinto, Xstrata y Anglo American.
Para Tim Treagold, también de Smart Company, "si los tres nuevos proyectos de Rinehart tienen un desempeño similar al de Hope Downs (otro que ya tiene en producción), y los precios de los minerales siguen altos, dos presunciones grandes, es posible que los beneficios de las mineras de la empresaria se aproximen a los US$10.000 millones anuales".
"Si las mejores estimaciones se confirman, Rinehart está en el camino de que su fortuna personal supere los US$100.000 millones", afirma Treagold.
Pero ateniéndonos a los números de Forbes, Rinehart se convirtió en la mujer más rica de Australia después de que su fortuna se multiplicó por cuatro el año pasado.
"Su éxito ha sido debido a situaciones fortuitas pero también a decisiones muy inteligentes y por su genuina inteligencia para los negocios. Lo ha hecho mejor que ningún otro magnate de las materias primas", opina Andrew Heathcote, editor de Rich 200, el número especial con la lista de los más ricos del país que edita la revista de economía australiana Business Review Weekly (BRW).
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