viernes, 1 de julio de 2011

Banca ética: ¿una contradicción de términos?‏



Las instituciones financieras que no especulan y que invierten el dinero en proyectos sociales, sustentables y en los que no se maltraten animales son, para algunos, cosa de ciencia-ficción. Pero existen. Y en países como España, ganan cada vez más terreno. "Me decidí a raíz del video de una conferencia de Joan Antoni Melé", responde Ignacio Aragues a una pregunta de BBC Mundo sobre por qué se hizo cliente de Triodos Bank, una entidad holandesa que se presenta como "banca ética". Melé, un banquero "de toda la vida", es una especie de evangelista que recorre España dando conferencias para hablar de los servicios del banco del que es subdirector general en el país. Este hombre maduro, con sobrepeso, vestido con tonos oscuros, corbatas conservadoras, perfectamente afeitado y peinado con corrección, encaja con bastante precisión en el estereotipo del banquero. Pero cuando de su boca salen expresiones como "necesitamos fundar una economía basada en el ser humano", los clichés comienzan a caer y quienes lo escuchan parecen entender que las cosas se pueden hacer de otra manera. De hecho, la razón por la cual Melé anda de medio en medio y de conferencia en conferencia por toda España es que, a diferencia de otros bancos, Triodos no invierte en publicidad en medios masivos. "Es como deberían ser los bancos", le responde Rafael Gutiérrez a BBC Mundo tras preguntarle qué es lo que le gusta de ser cliente de Triodos Bank. Agrega que otra de las cosas que le agradan es "el contacto directo y continuado con los clientes". Indignados con la banca Evidentemente, la fuerte exposición mediática de Triodos obedece a una campaña de mercadeo para difundir su ampliación en España, pero también es claro que eligieron un buen momento para hacerlo. Las conferencias y entrevistas de Melé coinciden con la efervescencia del movimiento 15M, "los indignados", que acamparon durante un mes en las principales plazas de decenas de ciudades españolas. Como era de esperarse, una de las reivindicaciones del movimiento es que los bancos paguen por la crisis financiera que vive España en este momento. Una de las propuestas que surgieron del 15M es que ese castigo a los bancos podía hacerse a través de los propios usuarios retirando los fondos de las instituciones tradicionales y depositándolos en la banca ética. La propuesta establece un plazo, entre el 15 de junio y el 15 de septiembre para "migrar nuestro capital, dejar de operar con dichas cuentas, dejarlas a cero, operar desde la banca ética". Es un llamado al que Triodos y otras instituciones "éticas" no se suman, pero que, sin duda les ha favorecido, a juzgar por el crecimiento en su clientela durante los últimos meses. Sólo Triodos "conquistó" 60.000 nuevos clientes en 2010. Además de la institución holandesa, los "indignados" también recomiendan invertir en instituciones como Fundación Fiare en el país vasco, Oiko Credit en Cataluña o Colonya Caixa Pollença en las islas Baleares. Cambiar el mundo "Yo quiero cambiar el mundo, no sé si lo conseguiré, pero sé que puedo hacer pequeños gestos que ayuden. Éste es uno de ellos", le comenta Luis Eduardo Herranz a BBC Mundo sobre sus motivaciones para usar la banca ética. Un deseo de cambiar el mundo que se remonta a hace cerca de 50 años, cuando comenzó a surgir al conciencia de que los dueños del dinero no tenía poder de decisión sobre cómo invertirlo. Comenzaron entonces a surgir las cooperativas de ahorro y otras fórmulas que permitían que las personas pudieran invertir en proyectos y empresas coherentes con sus propias convicciones. Dentro de esta corriente se inscribe también la modalidad de los microcréditos, que han tenido un gran impacto en el mundo en desarrollo y cuyo principal impulsor fue el premio Nobel de la Paz de 2006, Muhammad Yunus. Los defensores de esta forma de hacer finanzas aseguran que, si bien la tasa de retorno puede no ser muy elevada, los ahorristas reciben un triple beneficio: económico, social y ambiental. Transformar la forma de hacer finanzas es sólo una de las cosas que hacen falta para cambiar el mundo, pero de momento algún impacto ha tenido la banca ética. "Los bancos tradicionales están preocupados", asegurá Melé en una de las muchas entrevistas que da por estos días.

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